Mal aliento: Causas reales que no siempre son lo que crees.
- NovaDent Clínica Dental
- 9 sept
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 10 sept
¿Alguna vez te has preocupado por tener mal aliento aunque te cepilles bien los dientes?
La halitosis (como se le conoce clínicamente) puede ser más común de lo que imaginas, pero también más compleja. Muchas veces, lo que creemos que lo causa no es lo que realmente está detrás del problema.
En este blog te contamos cuáles son las causas reales del mal aliento… y por qué a veces el cepillo no es suficiente.
1. No todo mal aliento se debe a un mal cepillado.
Sí, una higiene bucal deficiente es una causa frecuente. Pero incluso si te cepillas todos los días, el mal aliento puede seguir presente si:
No usás hilo dental (la comida atrapada entre los dientes se descompone y genera mal olor).
No limpiás la lengua (sí, ¡también acumula bacterias!).
Tenés sarro o caries no tratadas.
El dato: Las bacterias que producen los malos olores se alimentan de restos de comida y células muertas. Y no se encuentran solo en los dientes, sino también en encías, lengua y mejillas.
2. Problemas de encías: una causa silenciosa.
La gingivitis o la periodontitis son enfermedades de las encías que muchas veces no duelen, pero sí generan mal aliento persistente. Estas afecciones están relacionadas con una acumulación crónica de placa bacteriana y sarro.
Si notás sangrado al cepillarte, encías inflamadas o sensibilidad, es una señal de alerta.
3. La lengua: el órgano olvidado.
¿Sabías que la superficie de la lengua es como una alfombra que atrapa bacterias? Una lengua blanquecina o con capa espesa puede ser un foco importante de halitosis.
Consejo: incorporá el limpiador de lengua en tu rutina diaria. ¡Marca la diferencia!
4. Boca seca, aliento fuerte.
La saliva ayuda a limpiar la boca de forma natural. Cuando hay poca saliva —por ejemplo, al dormir, al respirar por la boca o por algunos medicamentos— las bacterias se multiplican con más facilidad.
Este tipo de mal aliento es más notorio por las mañanas o si pasás muchas horas sin comer ni tomar agua.
5. Tu estómago también habla (y huele).
Algunas condiciones digestivas pueden reflejarse en el aliento:
Reflujo gástrico
Gastritis
Ayunos prolongados.
Además, ciertos alimentos (como el ajo, la cebolla o el café) liberan compuestos que se absorben en el torrente sanguíneo y se exhalan por los pulmones. No es solo "olor en la boca", ¡viene desde dentro!
6. Enfermedades sistémicas.
En casos más complejos, el mal aliento puede estar vinculado a problemas de salud como:
Diabetes no controlada
Infecciones respiratorias
Enfermedad renal o hepática.
Por eso, si llevás una buena higiene y el mal aliento persiste, vale la pena consultar no solo al odontólogo, sino también al médico.
¿Qué podés hacer?
Visitá al odontólogo regularmente. Una limpieza profesional y una valoración pueden detectar causas que a simple vista no se notan.
Hacete una limpieza profunda si tenés sarro o enfermedad de encías.
Usá hilo dental y limpiador lingual todos los días.
Tomá suficiente agua.
Evitá el tabaco y reducí alimentos que potencian el mal aliento.
En resumen…
El mal aliento no siempre tiene que ver con una higiene deficiente. Puede ser una señal de algo más profundo, desde enfermedades de encías hasta condiciones digestivas o sistémicas. La buena noticia es que casi siempre tiene solución.
En nuestra clínica estamos para ayudarte a descubrir la causa y darte un tratamiento claro, sin rodeos. Porque el mal aliento puede ser incómodo, pero no debería ser parte de tu día a día.
📍Dirección: Managua, Nicaragua. Calle principal de Altamira, frente a Sevasa. Centro profesional Altamira.
📞7711-6951
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